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viernes, 18 de septiembre de 2015

Shunga, cosmética erótica para noches de placer


La palabra japonesa Shunga simboliza “Imagen  de primavera”.

Pero Shunga, es en realidad una palabra japonesa que hace relación a las obras de arte, basándose en la imagen y en la filosofía de las antiguas pinturas eróticas Ukiyo-e.

Los artistas disfrutaban con estas pinturas eróticas pero raramente firmaron sus obras, prefiriendo permanecer en el anonimato y no dañar sus carreras como artistas más clásicos.

Mientras que algunos lienzos SHUNGA representan escenas sensuales de las parejas de enamorados, otros eran intensamente pornográficos, revelando el amor carnal en todo su esplendor. 

Los artistas expusieron la anatomía humana con todo detalle, sin ninguna preocupación por la discreción o la modestia y siempre pintadas con cuidado y buen gusto.

En cierto modo, esto marcó el comienzo de la industria pornográfica como lo conocemos hoy. A menudo eran impresos como folletos llamados “libros de almohada”, el arte Shunga sirvió también como guías didácticas para los hijos e hijas de la burguesía japonesa. De las pinturas, aprendieron el arte de la estimulación erótica, posicionamiento sexual y una higiene adecuada.
Hoy en día, Shunga sigue siendo uno de los tesoros escondidos del arte tradicional japonés.

                 
La colección de Shunga Cosmética Erótica se ha creado ante todo para los amantes de lo genuino, que conciben su sexualidad como una forma de arte. Esta firma nos propone una serie de productos para mejorar las relaciones sexuales y no caer en la rutina.

Estos productos se entregan con una elegante caja y una cuidada presentación, basándose en la imagen y en la filosofía de las antiguas pinturas eróticas ukiyo-e.

Los exclusivos productos SHUNGA ayudan a potenciar e incrementar tanto el deseo como el placer sexual. 

El contenido de los productos de cosmética erótica Shunga son tesoros de excitación, están creados con productos naturales de primera calidad que van desde los aceites afrodisíacos, a cremas orgásmicas pensadas especialmente para aumentar la sensibilidad de las mujeres, lubricantes, geles y sales de baño, velas-masaje en varios aromas cuya cera sirve para masajear por el cuerpo tras 20 minutos ardiendo, pinceles para pintar con chocolate el cuerpo del amante, o los polvos con sabor a miel, frambuesa, cereza o frutas exóticas que vienen acompañados de un plumerito para espolvorear este postre por el cuerpo de la pareja, e intensificar la sensación de placer.